Potsdam La excursión desde Berlín
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Publicado 26.10.20 | Celia Martínez García
Potsdam, Patrimonio Cultural y Natural de la UNESCO Leer
Potsdam, 30 años después de la Reunificación Alemana
Cuando se hizo efectiva la Reunificación Alemana en 1990, Potsdam fue una de las ciudades de la antigua Alemania Oriental que más se vieron beneficiadas por el cambio. La ciudad, a sólo 30 km. de Berlín, había quedado absolutamente desfigurada durante la Guerra Fría. Restos del muro, torres de vigilancia y alambradas tuvieron que ser retirados en los ‘90 para que la Fundación de Palacios Prusianos y Jardines de Berlín-Brandeburgo comenzase el trabajo de restauración y paisajismo que han hecho de Potsdam lo que la ciudad es hoy.
Ya Alemania Oriental intentó en septiembre de 1989 que Potsdam fuera Patrimonio Cultural y Natural de la UNESCO, pero el muro cayó apenas dos meses después. Lo logró finalmente en 1990, lo cual se ha convertido en marca de calidad durante treinta años, elogio para la ciudad y obligación para todo el que visita Berlín.
Sólo una cuarta parte de Potsdam está urbanizada, siendo sus bosques, parques y lagos sus principales atractivos para muchos. Su privilegiada ubicación a orillas del río Havel la convirtió en el lugar elegido por la monarquía prusiana para hacer de ella su residencia de verano. Tras haber evolucionado de lugar de caza a ciudad de guarnición, Potsdam alcanzó durante el reinado de Federico II el Grande su máximo esplendor cultural: la concepción del Palacio y Jardines de Sanssouci, fuera de los muros de la ciudad, convirtió a Potsdam en un espacio para la cultura y las artes. Filosofía y música se dieron la mano en la capital de Brandeburgo gracias a Voltaire, Bach, Mozart o Beethoven durante uno de los siglos más relevantes para la historia de Prusia.
Pero más allá de Sanssouci, la belleza y el interés histórico y cultural de Potsdam son resultado de la evolución de la ciudad durante el s. XX. Desde 1912 se ubicaron en Babelsberg los estudios de cine a gran escala más antiguos del mundo, convirtiendo a esta ciudad en el mayor centro de producción cinematográfica de Europa durante los años ‘20. La productora más potente del cine alemán, la UFA, ubicó allí su sede contribuyendo a crear un legado cinematográfico sin precedentes. Fue el fin de la Segunda Guerra Mundial lo que cerró el capítulo del cine clásico para Alemania. Durante la Guerra Fría, los estudios quedaron en territorio oriental y pasaron a control estatal por parte de Alemania del Este.
El Palacio de Cecilienhof y la conferencia de Potsdam
Se fue dibujando así un nuevo paisaje en torno al Parque de Babelsberg y el río Havel, un entorno ahora marcado por las zonas fronterizas surgidas como resultado del reparto que Churchill, Truman y Stalin habían decidido para Alemania en 1945. Las líneas del mundo de posguerra se habían trazado en la conferencia que tuvo lugar en el Palacio de Cecilienhof, una de las residencias de la antigua monarquía que había quedado muy próxima al Glienicker Brücke, puente empleado en varias ocasiones como escenario de intercambio de espías durante la Guerra Fría.
La exposición que se inauguró en Junio en el Palacio de Cecilienhof acerca de la Conferencia de Potsdam, se podrá visitar hasta el 31 de octubre de 2021.
Como resultado de todo ello, Potsdam hoy es una variada mezcla de estilos y referencias culturales. Sus calles se mueven entre la arquitectura militar, la influencia holandesa, las plazas barrocas y las referencias soviéticas; del rococó francés al estilo italiano, de la tradición a la modernidad. Treinta años después de la Reunificación Alemana, Potsdam es una compleja mezcla de pasado y presente que trata, sobre todo, de mirar al futuro.
Celia Martínez García| Guía local de Berlín y Brandeburgo