Museo Judío de Berlín Visita obligatoria
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Publicado 15.10.2021 | Juan S. T. Urruzola
Museo Judío. Leer
Museo Judío, una experiencia única en Berlín
Antes de que los nazis llegaran al poder en 1933 ya existía un Museo Judío en Berlín ubicado junto a la Nueva Sinagoga, en la Oranienburger Strasse. El museo existió hasta 1938 y mostró numerosas obras de arte y exposiciones sobre la historia del judaísmo. Después de que fuera cerrado por la Gestapo, la idea de un museo judío tardó muchos años en tomar forma. El Museo Judío de Berlín se inauguró en 2001. Incluso antes de la caída del Muro de Berlín en 1989, surgieron consideraciones en la parte occidental de Berlín para fundar un Museo Judío. El camino desde la idea hasta la concepción de su exposición permanente fue largo y marcado por la polémica. La ceremonia de apertura fue el 9 de septiembre de 2001, e incluyó un concierto dirigido por Daniel Barenboim.
Hoy el JMB (siglas de la institución en alemán) es el museo judío más grande de Europa. Ofrece a los visitantes una visión general de mil setecientos años de historia germano-judía, incluidos los altibajos en las relaciones entre judíos y no judíos en Alemania.
El museo está situado en la Lindenstrasse 9-14, en el distrito de Kreuzberg. Se compone de un edificio barroco (siglo XVIII), el Kollegienhaus, que albergó originalmente el Tribunal de Justicia de Prusia, y del nuevo edificio con forma de zigzag diseñado por el arquitecto estadounidense Daniel Libeskind, que ganó con este proyecto el Premio de Arquitectura Alemana 1999.
Libeskind se basó en tres ideas principales para el museo: que no es posible comprender la historia de Berlín sin comprender las contribuciones hechas por sus ciudadanos judíos; que el significado del Holocausto debe integrarse en la conciencia y la memoria de la ciudad; y que Berlín y Alemania deben reconocer la supresión de la vida judía en su historia. Estos conceptos están traducidos a un impresionante lenguaje de diseño arquitectónico. El visitante accede al museo por el Kollegienhaus para luego descender por una escalera a través del dramático vacío de la entrada (void, como denomina el arquitecto a estos espacios). Los dos edificios se unen en el subsuelo y el complejo preserva así, en la superficie, la autonomía contradictoria de las estructuras antiguas y nuevas. El descenso conduce a tres rutas axiales subterráneas, cada una de las cuales cuenta una historia diferente. La primera conduce a un callejón sin salida: la Torre del Holocausto. La segunda sale del edificio y accede al Jardín del Exilio, recordando a los que se vieron obligados a huir de Berlín. El tercero y más largo traza un camino que conduce, a través de la Escalera de Continuidad, hasta los espacios expositivos del museo.
La exposición permanente
La actual exposición permanente se inauguró el 23 de agosto de 2020 después de una renovación que duró dos años. Ocupa una extensión de más de 3.500 metros cuadrados. Se titula Historia y actualidad judía en Alemania y propone un nuevo enfoque y una nueva propuesta expositiva que busca transmitir la historia y cultura judías y vincularlas al presente de Alemania. El recorrido cronológico se completa con ideas que abordan una gran variedad de temas desde una perspectiva judía. Además de objetos originales, se exhiben gran variedad de materiales audiovisuales, zonas interactivas y de realidad virtual e instalaciones artísticas.
La muestra se divide en cinco capítulos históricos. Comienza en los inicios de la vida judía en Ashkenaz, atraviesa el movimiento de la Haskalá, o Ilustración judía, y llega hasta la actualidad. El nacionalsocialismo y la época posterior a 1945 ocupan gran parte de este espacio. La atención se centra aquí en cuestiones como la restitución y la reparación, la relación con Israel y la inmigración de habla rusa en el S. XX. Ocho salas temáticas abordan aspectos religiosos y artísticos del judaísmo.
En el lado opuesto de la Lindenstrasse se encuentra la Academia del Museo Judío (Academia W. Michael Blumenthal), también basada en un diseño de Libeskind, que fue construida en 2011 en el antiguo mercado mayorista de flores. Alberga el archivo, la biblioteca, la educación del museo y el jardín de la diáspora. El nuevo museo para niños (ANOHA – El mundo infantil del Museo Judío de Berlín) también se encuentra en la Academia.
Juan S.T. Urruzola| Guía local de Berlín