Tempelhof Una historia fascinante
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Publicado 10.05.2021 | Juan S. T. Urruzola
Tempelhof. Leer
Tempelhof, el aeropuerto más céntrico de Berlín
Tempelhofer Feld es el nombre oficial del área donde se encuentra el antiguo aeropuerto de Tempelhof. Es un lugar emblemático para la ciudad. En los siglos XVIII y XIX el espacio funcionó como patio de armas de la guarnición de Berlín. Ya en el siglo XX se proyectaron espectáculos aéreos que atrajeron a miles de espectadores: en 1909, por ejemplo, el francés Armand Zipfel realizó en Tempelhof la primera exhibición aérea de la historia.
El 8 de octubre de 1923 se inauguró oficialmente el primer aeropuerto regular en el Tempelhofer Feld. La compañía Lufthansa fue fundada en 1926 y estableció su base allí. Ese mismo año empezaron a operar aviones de aerolíneas extranjeras. El tráfico aéreo se disparó en menos de una década: se pasó de 150 pasajeros transportados en 1923, a más de 60.000 a mediados de los años 30. Con esto, Tempelhof se convirtió en el aeropuerto más transitado de Europa, por delante de Londres y París.
En 1934, por iniciativa del gobierno nacionalsocialista, se planificó la construcción de un nuevo aeropuerto en Tempelhof. El proyecto lo dirigió el arquitecto Ernst Sagebiel. Las obras comezaron en 1936 y duraron cinco años. La terminal de Tempelhof es patrimonio protegido desde el año 1995. Junto con sus edificios adyacentes, compone una estructura con forma de arco de 1,2 kilómetros de longitud y 300.000 metros cuadrados de superficie. Hasta la construcción del Pentágono, en el año 1943, fue el edificio más grande del mundo.
De la Segunda Guerra Mundial al bloqueo de Berlín Occidental
Durante la Segunda Guerra Mundial, las instalaciones aeroportuarias se utilizaron como centros de producción de las empresas Weserflug y Lufthansa, que fabricaban cazabombarderos y radares respectivamente. Los operarios, especialmente a partir de 1941, eran trabajadores forzosos.
Los soviéticos consiguieron tomar Tempelhof durante la Batalla de Berlín, pero el ejército estadounidense empezó a gestionar el aeropuerto a partir del 2 de julio de 1945. Los acuerdos de Potsdam, en agosto, confirmaron la titularidad norteamericana de Tempelhof.
El 20 de junio de 1948, la Unión Soviética bloqueó todas las rutas terrestres y fluviales hacia Berlín Oeste como medida de presión para que los aliados cedieran el control de los sectores que estaban bajo su mando. La única vía de acceso a Berlín era la aérea. Durante el bloqueo, aviones de la USAF estadounidense y la RAF británica abastecieron a la parte occidental de la ciudad de alimentos, medicinas, carbón y materias primas para la industria. En los primeros meses de 1949 se alcanzó la cifra récord de 1.400 vuelos diarios, lo que suponía un aterrizaje por minuto en cada uno de los tres aeropuertos que operaban en Berlín Oeste: Tempelhof, Tegel y Gatow. El Puente Aéreo concluyó el 30 de septiembre de 1949, cuando las autoridades soviéticas levantaron el bloqueo tras comprobar que las potencias occidentales no estaban dispuestas a ceder.
Tras la reunificación
En 1951 Tempelhof se abrió al tráfico aéreo civil y de mercancías. El aeropuerto alcanzó su límite de capacidad en la década de 1960 y las operaciones cesaron en 1975. En 1990, después de la caída del Muro de Berlín y la Reunificación, se reabrió Tempelhof como aeropuerto, principalmente para vuelos nacionales. Desde ese momento, sin embargo, empezó a debatirse la posibilidad de cerrar las instalaciones. Su céntrica ubicación comportaba dos importantes desventajas: la contaminación (ambiental y acústica) y la imposibilidad de ampliar las pistas. El aeropuerto no resultaba rentable y perdía cada año unos 10 millones de euros. Su cierre estaba inicialmente previsto para 2004, pero una demanda interpuesta por las compañías que operaban en el aeropuerto lo retrasó hasta el 31 de octubre de 2008.
Desde la apertura del Tempelhofer Feld, en 2010, Berlín tiene uno de los parques públicos más grandes del mundo en un lugar privilegiado. La inmensa extensión de suelo que servía a los aviones para maniobrar es hoy un espacio de 300 hectáreas de campos verdes, zonas de ocio y recreo, canchas deportivas, pistas para patinar y senderos para pasear, jardines, áreas delimitadas para perros y para hacer barbacoas y picnics… La antigua pista es el eje del parque, cuyos límites escapan a la vista. El acceso al Tempelhofer Feld es gratuito y sus horarios amplios (varían según la estación del año).
Carlo Carbone, Market Manager de visitberlin, lo cita como uno de los highlights de la ciudad, para conocer la auténtica esencia de Berlín a día de hoy. Escucha su opinión en el podcast de Turismo y el Coronavirus.
El mítico edificio protegido del aeropuerto ofrece visitas guiadas en inglés de dos horas por 16,50€. También acoge regularmente multitud de ferias comerciales y populares, así como importantes eventos musicales y deportivos.
Juan J.T. Urruzola| Guía local de Berlín